Academias mexicanas, cuartas en importancia para la MLB
De una muestra de entre 600 y 1,000 beisbolistas que se negocian anualmente para firmar en las Grandes Ligas, menos del 5% son mexicanos. Es por esto que nuestro país representa el cuarto mercado de mayor importancia por volumen de peloteros que se exportan a la MLB, detrás de República Dominicana, Venezuela y Cuba. Para hacer más atractivo el talento nacional a los scouts de las Mayores, las academias buscan que desde México se adopten la disciplina y el tipo de trabajo que se realiza en Estados Unidos, con la introducción de entrenadores con experiencia en dichas organizaciones.
De acuerdo a datos compartidos por el especialista Félix Luzón Melo, autor del libro 'Cómo se juega baseball fuera del terreno’, en 2020, Dominicana firmó a 303 beisbolistas para un monto de 81.4 millones de dólares, Venezuela firmó 253 para 52.7 millones, Cuba a 20 para 8.5 millones, Panamá a 14 para 2.5 millones y México a 10 para 1.4 millones. En total, México aportó con 1.58% de las firmas ese año.
De acuerdo a especialistas de la industria como Luzón Melo; Miguel Pintor, scout internacional de los Astros de Houston y Jorge del Valle, gerente deportivo en Diablos Rojos del México, la mayor diferencia con los países productores de peloteros radica en un factor cultural, en el que en naciones como República Dominicana el beisbol es un recurso económico para sobresalir; además, se requieren cerrar brechas en el aspecto físico.
“En México hay un poco de desinformación por parte de las familias. (...) No saben que pueden tener un beneficio económico, no existe esa cultura del entrenamiento, de alimentarse y descansar bien, de prepararse técnicamente y básicamente eso hace la diferencia con los peloteros caribeños”, explicó Pintor.
Según datos de Puro Beisbol, en México hay alrededor de 10 academias de desarrollo de peloteros entre afiliadas a la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) (Leones, Diablos Rojos, Toros, Acereros, Pericos y la Academia de El Carmen de la LMB) y algunas más de forma independiente como la Academia Showtime Top Velocity de Robert García y la de los Prospectos del Sur de Francisco Rivera, que con recursos propios se han popularizado en la firma de peloteros en México.
Sin embargo, aún con este tipo de esfuerzos y con infraestructura que se ubica por encima de otros países del Caribe, el volumen y dinero que están moviendo las firmas del talento no son significativas para las Grandes Ligas.
“Es innegable que México, con sus academias, surte mucho su propio beisbol y por eso es tan exitoso a nivel de series internacionales y campeonatos aficionados. México por un lado no es el gran proveedor del talento profesional hacia Grandes Ligas, pero sí un gran proveedor de talento hacia su propia liga y las selecciones mexicanas”, puntualizó Luzón Melo.
La mejora en la difusión de los eventos que se crean, de las academias y el contenido en redes sociales ha contribuido a que más jóvenes se interesen, aseguró Pintor, pero no sólo eso, sino que la creación de las academias independientes, la introducción de entrenadores extranjeros y un cambio en la filosofía de las organizaciones pretenden lograr colocar a más jóvenes en las Grandes Ligas.
“Cuando se llevan a un jugador lo que quieren es a alguien que pueda avanzar en las sucursales más rápido y que sepan que la inversión que están haciendo en él la van a recuperar en el menor tiempo posible. La mayor parte de los muchachos que firman en nuestra academia ya tienen una disciplina y saben perfectamente el tipo de trabajo al que se van a adaptar, además, la gran mayoría ya está practicando por lo menos con un inglés básico”, indicó Jorge del Valle.
La academia Alfredo Harp Helú, de Diablos Rojos del México y Guerreros de Oaxaca, implementó un programa hace aproximadamente cinco años en el que parte de los coaches son norteamericanos “para que empiecen a adaptar el idioma y que comiencen a identificar las formas de trabajo de Estados Unidos”, explicó del Valle.
Estos entrenadores, como el estadounidense Ty Gainey (coach de bateo), el dominicano Rafael Roque (coach de pitcheo) y otros como Mario Valenzuela (outfield) han trabajado en organizaciones de Estados Unidos, “conocen cuál es el proceso que hay que tener, fueron ídolos en la organización y tienen el conocimiento de lo que están buscando en Estados Unidos”.
“Intentamos poner gente que habla el mismo idioma, no nada más en lo lingüístico, sino también en el tema formativo y qué es lo que van a buscar en ellos en el momento de llegar a una firma en Estados Unidos”.
Actualmente la organización tiene a más de 65 jugadores en Estados Unidos. “Por lo general cada año nos regresan dos o tres muchachos, pero se firman de siete a 10. Casi siempre el volumen de los que se van a los que regresan es mucho mayor”.
¿Qué brechas aún debe cerrar México para colocarse como un mejor exportador de talento?
“El principal es el tema físico. Muchos de los jugadores dominicanos, venezolanos y cubanos que firman suelen tener físicos o esa raza atlética un poco más fuerte que la mexicana. Además de muchas veces del hambre, hay un tema cultural en estos otros países en los que si no juegas beisbol o no sobresales como un atleta es muy difícil que lo hagas si no estudiaste, mientras que en este país no cualquiera vive del beisbol (...) yo creo que es un tema mental en el que los jugadores muchas veces encuentran un nivel de competencia interno y sobresalen, pero no son conscientes de lo que hay a nivel internacional”, señaló el gerente deportivo de Diablos Rojos.
Del Valle añade que en México se empieza a trabajar más tarde con miras a la detección de talento y profesionalismo, pues mientras que en los países de mayor producción se les recluta desde los seis o siete años, en México se empieza a los 13 o 14 porque antes de pensar en el beisbol se privilegia la educación primaria y secundaria.
¿Qué aprendizajes te ha dejado el observar el proceso de formación en otros países?
“Iniciar con edades más tempranas. Muchas veces los traemos a los 13, 14 años, pero resulta que el nivel de aprendizaje básico, lo que viene siendo la técnica de la carrera, algo fundamental para un bateador, los años más importantes para trabajar eso son entre los ocho y los 12, entonces cuando los traemos es más difícil que lo podamos trabajar de la mejor forma”, respondió el directivo de Diablos.
“Incluso he llegado a pensar que solamente un programa a nivel de la Secretaría de Educación Pública (SEP) o escolar nos puede ayudar porque, evidentemente, las academias no están para trabajar desde estas edades, pero sí creo que hay muchas cosas que podemos mejorar a nivel deportivo escolar que no hacemos hoy en día que podrían venir con la detección de talentos en tempranas edades. (...) Cuando los traen a los 13 años pareciera que te estás llevando un niño, pero resulta que contra la competencia en otros países es alguien ya grande que está iniciando tarde”.
Durante la administración de Andrés Manuel López Obrador se implementó el Programa para la Promoción y Desarrollo del Beisbol en México (ProBeis), al que se destinaron recursos de 350 millones de pesos en 2019 y 280 millones en 2020 para promover la práctica de este deporte en la educación básica, sin embargo, en mayo de 2021 el presupuesto que se destinaba a ProBeis pasó del gobierno federal al subsistema de la Secretaría de Educación Pública, bajo la denominación de Bachillerato Tecnológico de Educación y Promoción Deportiva.
Actualmente los clubes de la LMB no tienen permitido recibir bonos por las firmas a Grandes Ligas de los jugadores formados en sus instituciones, a menos que estos hayan debutado. En ese caso reciben un 25% extra de lo que vaya a recibir el jugador. La LMB y la MLB están en negociaciones para un nuevo contrato.
Distribución de las firmas internacionales en Grandes Ligas en 2020
República Dominicana: 303 beisbolistas (81.4 MDD)
Venezuela: 253 beisbolistas (52.7 millones de dólares)
Cuba: 20 beisbolistas (8.5 millones de dólares)
Panamá: 14 beisbolistas (2.5 millones de dólares)
México: 10 beisbolistas (1.4 millones de dólares)
Colombia: 10 beisbolistas (1 millones de dólares)