A la orilla de la playa, con el sabor de una machaca de langosta, se empieza a cocinar una nueva historia en el futbol mexicano. La sede es Baja California Sur y el equipo es Atlético La Paz, que a partir de este verano está participando en la Liga de Expansión MX, luego de un proceso de nacimiento que data desde la Tercera División. Su objetivo es consolidarse como semillero de futbolistas, posicionarse como marca y soñar con ocupar un lugar en la Liga MX.

“Lo que buscamos es consolidar un proyecto deportivo y humano, que vaya creciendo con el tema económico. Se puede decir que es demasiado aventurado llegar a una plaza donde no hay históricos ni métricas en las cuales basarnos para ver si la gente tiene en mente un costo de boleto, si la afición es fiel, si la plaza cumple, entonces, nuestra responsabilidad es dar lo mejor y cumplir las expectativas. La responsabilidad es nuestra más que de la afición”, explica Samuel Hernández, presidente del Atlético La Paz, en entrevista con El Economista.

Atlético La Paz surgió del grupo liderado por Arturo Lomelí, empresario jalisciense cuya marca de tequila, Casa Azul, incluso ha aparecido en fotos con Michael Jordan. Este consorcio ha tenido desde 2016 un equipo de Tercera División llamado Mazorqueros, radicado en Ciudad Guzmán, Jalisco, pero a partir de este año decidió buscar una nueva plaza que fuera capaz de recibir una división mayor.

Después de una investigación de mercados de ocho meses en la que La Paz y otras tres ciudades fueron analizadas, la directiva decidió moverse a la capital de Baja California Sur, que nunca había tenido un equipo de futbol de Primera o Segunda División (ya sea Primera "A", Ascenso MX o Expansión). Las otras franquicias deportivas que compiten en la sede son las Mantarrayas de basquetbol y La Paz FC en Tercera División, pero el Atlético está proyectado para ser la de mayor jerarquía.

“Lo que tuvo de diferente La Paz (respecto a otras ciudades) fue la infraestructura y calidad en el sentido de ser hasta un atractivo turístico, las conexiones vía aérea, la movilidad interna, que también para el mismo jugador no fuera una ciudad tan costosa y viable, que el costo de vida no es tan alto, que es muy accesible para tener una buena calidad de vida y que es una ciudad con seguridad alta, con poco índice de delincuencia”.

El estadio del nuevo equipo se llama Guaycura y tiene capacidad para 5,200 espectadores, por lo que no podría ser candidato a ascender a la Liga MX en el corto plazo (donde se exigen 20,000 aficionados). Los directivos están conscientes de ello y más bien planean primero consolidarse dentro del mercado local antes de aspirar a llegar a Primera División.

“La verdad no hemos encontrado rivales dentro del rubro deportivo en La Paz. Lejos de eso veo al equipo como un espectáculo distinto, de entretenimiento, donde la afición se pueda identificar y enamorar del proyecto. Hoy por hoy está aquí mucho el tema de los carros, pesca, golf, beisbol, pero para nosotros, desde un lado humano, mientras más actividad deportiva haya vamos a estar mejor”.

La puerta en la Liga de Expansión se abrió cuando Grupo Orlegi señaló que pondría en venta a la franquicia de Tampico Madero. El grupo empresarial de Atlético La Paz platicó y congenió con los vendedores, compró el certificado de afiliación y ganó su lugar en la segunda liga de mayor importancia del futbol mexicano.

—¿Qué garantías les pidió la Liga de Expansión para poder establecerse como nuevo equipo?

—“Hay un cuaderno que se tiene que ir llenando: debes tener una estructura jurídica bien definida, estar bien constituido y tener el respaldo económico de dónde vas a obtener tus ingresos, no solo una proyección económica de negocio del equipo, sino quién está detrás del equipo, cómo se va a subsanar, quiénes son las figuras jurídicas, quiénes son los apoderados y después demostrar de dónde provienen tus ingresos desde cinco años atrás y cinco años hacia adelante, con lo que tienes que demostrar la solvencia y lo que vayas a tener de liquidez para tu equipo”.

Con ello se confirmó que el equipo vivirá al menos cinco años en La Paz, aunque la visión de los directivos es establecerse a largo plazo. Describen que en el segundo año llegará la “sanidad financiera” y en el tercero ya estarán en posibilidades de tener retorno de capital.

Samuel Hernández señala a este diario que el gasto operativo anual del equipo alcanzará los 40 millones de pesos, aunque entre el 30 y 40% de su presupuesto provendrá del subsidio de dos millones mensuales que otorga la Federación Mexicana de Futbol (FMF) a los clubes de Expansión (siempre y cuando no sean filiales), así como de la venta de derechos de transmisión, que en esa liga se venden de manera compartida con el resto de clubes.

En cuanto a patrocinadores, el equipo cuenta con seis en el inicio del torneo Apertura 2022, aunque su ideal es llegar a 14 (seis en la camiseta y ocho en otros espacios movibles). Los sponsors, junto al merchandising y la taquilla, forman parte del círculo de consolidación económica para el equipo. Silver es la marca que diseña sus uniformes y Bajaferries es el sponsor principal en el jersey.

“Nos hemos educado para perder lo menos posible y también hemos creado un modelo de atracción donde los empresarios locales se han sentido parte de los proyectos y empiezan a aligerarnos la carga. Hemos aprendido, Ciudad Guzmán ha sido un gran maestro para nosotros y acá (en Liga de Expansión) es una división donde sí se contempla mayor exposición de marca, jugadores con salarios más altos, entonces vamos a seguir con la fórmula del acercamiento al empresario local, pero ya hoy también se pueden alcanzar a más marcas a nivel nacional”.

El Atlético La Paz será un equipo joven en el circuito de Expansión MX con jóvenes de entre 19 y 22 años, ya que la mayoría de su plantel procede de los Mazorqueros de Tercera División, que acaban de ser campeones en el torneo Clausura 2022. También mantuvieron al entrenador, Jaime Durán, quien fuera defensa de clubes como Atlas, Puebla y Morelia en su etapa como profesional.

Otra de las prioridades del club será la captación de talento local e irlos colocando poco a poco en el primer equipo, con la experiencia que tuvieron en Mazorqueros respecto a la formación de jóvenes: “Ya hay un modelo de metodología para hacer la captación y darle seguimiento.  Toda vez que les demos el contenido táctico, técnico y psicológico les vamos a ir brindando las oportunidades. Aquí se trabaja a la par para que en el segundo año los jugadores ya estén más integrados, en el primer año vamos a hacer toda la captación”.

Tras dar el salto desde la Tercera División, donde los equipos son más formativos que negocio, ahora los directivos del Atlético La Paz se dan cuenta de que sí pueden salir con números negros en una liga como la de Expansión. Sin correr antes de caminar, priorizan consolidarse en este circuito antes de pensar en ascenso u otras aspiraciones que están en su ruta a largo plazo.

“La esencia del proyecto es compartir para crecer, venimos a seguir aprendiendo y estamos conscientes que el primer año va a ser muy laborioso, en el tema económico no va a ser rentable, pero sabemos que va a ser un proyecto que va a dar tranquilidad los jugadores de que se les va a cumplir todo lo que se les ha puesto en el contrato, que somos un proyecto serio y venimos a darle al futbol esta cara bonita y de honestidad dentro del medio, que queremos sumar en una ciudad donde el futbol profesional no había existido”, concluye el presidente del Atlético La Paz.

Numeralia del Atlético La Paz
40 millones de pesos será su gasto operativo anual.
2 millones de pesos mensuales recibirá como subsidio por parte de la Liga de Expansión.
40% de su presupuesto provendrá del subsidio de la liga y de los ingresos por derechos de transmisión.
6 patrocinadores tiene el club en el arranque del Apertura 2022, aspirando a llegar a 14.
5,200 espectadores caben en su estadio, Guaycura, que fue remodelado en 2018.

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/deportes/Atletico-La-Paz-apuesta-por-un-mercado-naciente-20220627-0089.html